HORROR: Antes de ser asesinado, Santiago Aguilera Allende fue sometido a una brutal tortura

El joven de 18 años fue hallado en un baqueano y se sospecha que lo mataron. Hay un detenido, que era empleado de la familia del chico.

22 de agosto de 2022 redacción redacción

La muerte de Santiago Aguilera Allende no solo conmociona a Córdoba. El joven de 18 años desapareció el martes pasado, cuando salió de su casa en el paraje Chuchiras, y por quien su familia recibió, al día siguiente, un pedido de rescate de 7 millones de pesos.
Su cadáver fue hallado en la mañana de este domingo por un baqueano en una laguna seca ubicada en un camino rural que lleva a Boca de Río, en las afueras de Las Tapias, a unos seis kilómetros de Villa Dolores.

Todavía no concluyó la autopsia, pero la primera inspección forense verificó la existencia de una importante herida en la cabeza, con profusa emanación de sangre, de lo que se deduce, provisionalmente, que se está frente a un secuestro extorsivo seguido de homicidio.

El asesinato presenta, hasta ahora, características más que complejas que incluso generan desconcierto en la misma investigación. Según informó Cadena 3, además del golpe fortísimo en la cabeza, el cuerpo presenta evidentes signos que dan la pauta de que Santiago fue sometido a una brutal tortura antes de ser asesinado.

Presentaba "puntazos" en distintas partes del cuerpo, quemaduras compatibles con cigarrillos y hasta heridas en las manos que hacen presumir que lo clavaron con un hierro. Una seña que no deja de impresionar y, al mismo tiempo, despertar toda clase de hipótesis.

Este informe, aún preliminar, indicó que la data de la muerte se puede establecer entre 15 a 20 horas antes de que el cadáver fuera hallado por un baqueano. O sea, que a Santiago lo mataron entre el viernes y el sábado. Esto significa que los asesinos lo habrían tenido cautivo al menos 72 horas.

No obstante, los investigadores son más que cautos con este dato. Muchas veces, esta data tiene que ser cotejada con otros factores ambientales, como la humedad, el sol y la zona en la que apareció el cuerpo (o si estuvo en una heladera, por ejemplo), para terminar de precisar cuándo efectivamente lo mataron.

En ese punto, todo indica que el joven no fue asesinado en la zona donde apareció el cadáver, sino que alguien lo trasladó hacia allí después del crimen.

Todo esto ya está en poder del fiscal federal Enrique Senestrari, ya que luego de que Santiago desapareciera el martes a la noche, su familia recibió un único mensaje extorsivo que provino desde el propio celular del joven. En esa comunicación, registrada el miércoles a la mañana, se indicó que estaba secuestrado y se exigió un rescate de entre siete y 10 millones de pesos, además de ordenar a la familia que no se contactara con la Policía.

Por eso, el caso se caratuló como un presunto secuestro extorsivo, algo que ahora está en duda, ya que nunca más nadie se comunicó con la familia ni exigió más nada. Una punta de la investigación busca establecer ahora sí Santiago fue asesinado en medio de un secuestro o si lo mataron por otra cuestión y luego los asesinos simularon el presunto secuestro con la idea de desviar a los pesquisas.

Hay un detenido por la muerte de Santiago
Desde el jueves está detenido Walter Gil, un joven de 23 años quien trabaja en el corralón propiedad del padre de la víctima fatal. Una serie de contradicciones posaron la mirada sobre él. Se espera que el fiscal Sensatrari le agrave la imputación, aunque tampoco está claro si la causa continuará en el fuero federal, con la hipótesis de un secuestro que terminó de la peor manera, o si será girada al fuero provincial para que se investigue directamente un homicidio cuyo móvil aún no está claro.

En cuanto a Gil, las fuentes indicaron que declaró no haber estado con Santiago, ya que dijo haberse estado bañando, pero hay una cámara que sí lo ubica en la zona en la noche en la que el joven desapareció, entre otras presuntas contradicciones.

Si la data de la muerte de Santiago se confirma en las 20 horas anteriores al hallazgo del cadáver, este sospechoso quedaría afuera de la acusación del homicidio. No obstante, los investigadores tienen la certeza que en este crimen participaron más de una persona.

Y si bien todavía se habla de un secuestro extorsivo, el hecho de que todo haya ocurrido en un pueblo donde todos se conocen, también arroja una certeza: si alguien pensó en secuestrarlo para sacarle dinero a la familia del joven, sí o sí lo iba a terminar por asesinar, ya que Santiago lo iba a reconocer.

Por eso, no se descarta que tanta saña haya sido motivada por alguna cuestión particular. Por ahora, no se conoce que Santiago haya tenido algún problema con alguien, pero se están analizando no sólo sus contactos, sino los de su círculo familiar para poder establecer si detrás de este nuevo espanto en Córdoba puede existir alguna venganza.

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