Luego de que un conocido recluso se cosió la boca y que otros intentaran llevar adelante un motín que terminó con personas heridas, ahora un cabo del Servicio Penitenciario, con prestación de servicio en el Complejo N°2 de Sáenz Peña, denunció en la Comisaría Sexta de esa ciudad la sustracción de un arma de fuego que no era la reglamentaria.

Según el relato del damnificado, el jueves a las 06:38 ingresó a su servicio de guardia, dejando estacionado dentro del predio del Complejo su automóvil en el cual había guardado un arma de fuego no provista por la institución marca Bersa Modelo Thunder 9 PRO Calibre 9mm, Parabellum, semiautomática. Mencionó además que de dicha arma posee las credenciales correspondientes para su portación.

Al finalizar su guardia, alrededor de las 20, volvió a su vehículo notando que la puerta lado del conductor estaba semi abierta y al requisar el rodado notó que el arma que había guardado debajo del asiento del conductor ya no estaba.

El cabo no fundó sospecha en persona alguna. Hizo constar que la puerta del conductor no cuenta con cerradura segura debido a una falla en la misma. A partir de ello inició la investigación que aún no tiene resultados.

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