La interna de la barra brava Funebrera está que arde y en San Martín las fiestas se tiñeron de rojo. O mejor dicho, el Polideportivo del club, donde la facción disidente, «Somos Familia», había decorado las instalaciones para armar un asado y organizar un torneo de fútbol, con la idea de despedir el 2021, antes que se desatara la «guerra».

El conflicto surgió cuando el jefe de la barra oficial, Chucky Canteros, se enteró de la juntada y, al ver peligrar su reinado, decidió ir a «escupirles el asado» junto a otros tres secuaces. Lo hizo armado y en dos autos, uno rojo y otro azul. Hubo disparos y una posterior huida, pero el auto del líder volcó a los pocos metros y los que estaban dentro del club, al mando de Ipi, el jefe de la disidente, lo corrieron para tomar venganza. Y se armó