El exministro de Economía, Martín Guzmán, volvió a dar declaraciones públicas luego de haber renunciado a su cargo el pasado 2 de julio y habló los distintos puntos decisivos que marcaron su gestión en el Palacio de Hacienda, con fuertes críticas al kirchnerismo, y detalló la reunión previa que tuvo con Alberto Fernández antes de su dimisión.

"Donde hay un punto de quiebre en la dinámica de la gestión es unos días antes del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se cortaron todas las líneas de comunicación [con Cristina Kirchner]", dijo en uno de los primeros segmentos de la entrevista que otorgó a Alejandro Fantino en NeuraMedia.

A pesar de haberle reconocido a la vicepresidenta un "rol decisivo" para la resolución de las negociaciones con los bonistas, el economista criticó al kirchnerismo por haber protegido su "capital simbólico", catalogando a su al movimiento de "elitista": "A mis hermanos quiero darles capital real, solucionarles los problemas de la Argentina, no proteger el capital simbólico si es que ello entra en tensión con tener que hacer lo que hay que hacer".

"Si me hubiesen puesto en un lugar en el que el acuerdo era como el del gobierno anterior, la verdad hubiese preferido el default. Ojo, el default era un ajuste. Fijate que, en el Congreso, La Cámpora votó un ajuste. Si el acuerdo lo hubiese conducido Cristina Kirchner hubiese llenado la plaza con pancartas diciendo 'le torcimos el brazo al FMI", dijo Guzmán.

"En ese momento Cristina se corrió, y eso tuvo implicancias para toda la gestión a posteriori. ¿Había tensiones? sin lugar a dudas. Lo que ocurre después es que gestionar era una hazaña", contextualizó.

El entonces titular del Palacio de Hacienda dijo haberse enterado de la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados al leer la carta que publicó en sus redes sociales, así como del voto en contra por parte de los legisladores afines: "Impactó en las expectativas".  

Luego, calificó como "un logro importante" el apoyo de las diferentes fuerzas de gobierno a la gestión de su sucesor Sergio Massa.

Martín Guzmán hizo énfasis en el impacto que tuvo la gestión de gobierno luego del voto parlamentario por el acuerdo con el FMI. "¿Qué ocurría?, yo les daba a funcionarios que dependían de mi propia área unas instrucciones y me decían 'bueno', y no hacían nada".

"Conducir la política económica se había vuelto extremadamente difícil. Una cuestión fue lograr segmentar los consumos energéticos y a mi salida del Gobierno no se había hecho el trabajo. Cuando vos tenés problemas severos así, yo decía que 'si no ordenamos esto va a haber una corrida cambiaria'. Y la corrida cambiaria vino", agregó.

Ante la pregunta de Fantino, Guzmán dijo que Alberto Fernández sabía de su renuncia momentos antes de publicarla en su cuenta de Twitter. Dos días hacerlo, tuvo una reunión final con el mandatario en la que planteó "un mínimo de instrumentos para gestionar, porque si no la próxima vez no vamos a poder frenar la corrida que se va a dar y tengo la certeza de vamos a tener otra".

Ese sábado de la renuncia tenía que haber una reunión con el presidente del Banco Central que se canceló. Otra vez se dilataron decisiones. Él sabe de política, pero el que sabe de economía soy yo, y yo sabía que no había más tiempo, porque nueve días después teníamos una licitación y si seguíamos acumulando desequilibrios la Argentina íbamos a una crisis económica y social. Salir del Gobierno y hacer que los líderes de la coalición tengan que resolver el problema político fue un acto de responsabilidad.

Así, reveló que pidió una resolución para el próximo día, con el control del área energética, pedido que fue criticado públicamente por Máximo Kirchner, al acusarlo de "rodar cabezas".

"Que Máximo Kirchner plantee eso no es serio porque él mismo y su espacio pedían de forma pública que yo saliera del gobierno, y además, planteaban cuestiones falsas, como decir que estaba habiendo un ajuste. Fijate que ahora se dice que hubo una política expansiva. El problema es que se actúa de una forma caprichosa. Y esto a Argentina le salió caro. Máximo actuó como un chico caprichoso. El problema es que la vicepresidenta, la cual se resulta ser su madre, le da ese poder a alguien que no está capacitado para ejercerlo de forma responsable", apuntó.