Los restos descubiertos el pasado lunes en un campo ubicado en el Lote 153 de Colonia Ensanche Norte, en las afueras de Sáenz Peña, que han sido llevados al Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCIF) para su análisis, podrían pertenecer a Constantino Bamba, un hombre que fue visto por última vez hace un año en un barrio de Sáenz Peña. 

El propietario del campo fue quien alertó a la policía sobre el hallazgo de los restos óseos, que incluyen un cráneo, un maxilar y otros restos aparentemente humanos, así como efectos personales como telas, una gorra, un guante de tela y un tramo de cable. Personal policial y del gabinete científico constataron la presencia de estos elementos en un radio de aproximadamente 10 metros en la zona rural.

La hija de Constantino Bamba, Rocío Bamba, se presentó ante las autoridades para solicitar un rastrillaje más amplio en la zona donde se encontraron los restos óseos, ya que cree que podrían pertenecer a su padre. Rocío señaló que en Sáenz Peña solo hay dos personas desaparecidas y que el lugar del hallazgo coincide con el informe del impacto de las antenas del teléfono que fue en esa zona.

La familia de Bamba había realizado anteriormente búsquedas en la zona donde se encontraron los restos, pero sin resultados. Ahora, esperan el resultado del análisis del IMCIF para confirmar si los restos pertenecen a Constantino Bamba.

Rocío también solicitó poder reconocer algunas prendas encontradas junto a los restos óseos, como una gorra y una camisa, que cree que podrían pertenecer a su padre. Sin embargo, las autoridades le informaron que primero deben enviar las prendas al IMCIF antes de poder realizar cualquier reconocimiento.

El fiscal a cargo de la investigación, Gustavo Valero, se encuentra evaluando la solicitud de la familia y se espera que en los próximos días se realice un rastrillaje con perros en la zona donde se encontraron los restos óseos, en busca de más evidencia que pueda esclarecer la desaparición de Constantino Bamba.