Una joven australiana estudiante de abogacía, próxima a terminar su carrera, experimentó un duro episodio en su facultad: la expulsaron por vender contenido en Only Fans.

“Aparentemente, iba en contra de una política de redes sociales que había firmado cuando solicité el curso, aunque es un nombre completamente diferente”, reveló la joven en sus perfiles de redes sociales.

Las fotografías de la joven llegaron a las autoridades de la Universidad, pero bajo ese alias, por lo que la citaron y le consultaron si era ella realmente. Al confesar que sí, le ofrecieron que borrara todo su contenido y continuara con sus estudios.

Sarah Button estuvo a punto de aceptar la propuesta. Sin embargo, luego dio marcha atrás porque está orgullosa de su trabajo, de sus resultados y además, porque le deja buen dinero.

Además, en su descargo, destacó que la plataforma le permitió independizarse y también ayudar a su familia económicamente. La joven reclamó a la institución los 50 mil dólares que pagó de matrícula.