redacción
Se trata del grupo de motoristas que hace unos días atraparon a un gendarme y un ciudadano formoseño con más de tres kilos de cocaína.
El procedimiento que tuvo ribetes de película de acción, se dio con un seguimiento en pleno centro de nuestra ciudad y culmino, con el secuestro de la droga, el auto y dinero en efectivo.
Por esta importante tarea, el Jefe de Policía Comisario General (R) Fernando Javier Romero junto con el Subjefe de Policía Comisario General Manuel Victoriano Silva y el Director Ejecutivo del CEaC Comisario General Cristian Antonio Durand, recibieron al personal destacado quienes fueron agasajados y felicitados por los representantes máximos de nuestra institución quienes ya habían ordenado, las felicitaciones especiales para los legajos personales de estos efectivos.
Los agasajados fueron el Comisario Mayor Alvarenga, Nelson Marcelo y el Cabo Báez Facundo de la Supervisión de Zona I Metropolitana, el Comisario Principal Ramos Horacio Edmundo, Sargento 1° Villalba Ángel Gabriel y los Cabo Villán Leonardo Ramón y Vera Eloy Lorenzo de la Comisaría Primera Metropolitana además del Comisario Inspector Esquivel Jorge Raúl, Subcomisario Carrillo Roberto, Oficial Subayudante Lencina Daniel Hernán, Sargento Ayudante Domínguez Juan Carlos, Sargento 1° Prieto Pablo Alejandro, Sargento 1° Sandoval Mauro Alejandro y Cabo 1° López Pedro Sebastián.
Fernando Romero expreso sobre el recibimiento “estamos para eso nos van a ver en cada procedimiento. Vamos a estar a la par. Cuiden a su familia que es nuestro sostén. Muchas Gracias por venir.”
Por su parte el Subjefe de Policía Manuel Victoriano Silva, señalo que el como el Director del Ceac “están para acompañar al Jefe de Policía y para brindar apoyo al personal en cada procedimiento legal y que los pone muy contento la enorme labor desplegada”.
Los cuatro amigos retrataron el momento en que regresaban del recital de cumbia al que habían ido en la localidad de Crespo.
También detuvieron a dos jóvenes de 18 y 17 años que en una juntada de motocicletas hacían maniobras peligrosas en un rodado del que no tenían ningún tipo de papel.
