Horror en Tucumá: Benjamín estaba desaparecido, su padre confesó que lo mató

A raíz del testimonio, la mamá de la víctima fue detenida y el hombre fue formalmente acusado de homicidio. Buscan el cuerpo en la zona donde vivía la familia.  

El misterio que envolvía la desaparición de Benjamín Gutiérrez en Tucumán parece acercarse a su desenlace. En un giro dramático, el padre del niño desaparecido hace un año habría confesado el crimen y proporcionado información sobre la ubicación donde habría enterrado sus restos.

Según un comunicado emitido por el fiscal a cargo del caso, Miguel Varela, se ha logrado una aproximación al lugar donde podría hallarse el cuerpo del pequeño Benjamín, quien desapareció el año anterior. Este avance se originó a partir de testimonios de vecinos que indicaron lugares frecuentados por el padre del menor.

Un amplio operativo se desplegó en la ruta 157, cercana al domicilio de la familia del niño desaparecido, con la participación de efectivos policiales de diversas jurisdicciones, así como especialistas en búsqueda y rescate con perros adiestrados. La búsqueda se prolongó hasta altas horas de la noche y se retomará con la luz del día del miércoles.

Fuentes policiales han confirmado que Jorge Luis Lucero, el padre de Benjamín, habría confesado el homicidio de su hijo, lo que llevó a la Justicia a formalizar la acusación por este delito. La madre del niño también fue detenida en las últimas horas en relación con el caso.

El comunicado del Ministerio Público Fiscal detalla que el trabajo conjunto de distintas fuerzas policiales y judiciales se concentró en la zona donde se presume podría encontrarse el cuerpo de Benjamín. La densidad del monte y la falta de luz durante la búsqueda inicial llevaron a su suspensión temporal, con planes de reanudación al día siguiente, posiblemente con la ayuda de maquinaria pesada para superar la vegetación densa.

 El caso de Benjamín cobró notoriedad recientemente luego de que las abuelas del niño presentaran una denuncia contra los padres, aunque la desaparición ocurrió en febrero del año anterior. La Justicia otorgó la guarda provisoria de los hermanos del pequeño a una de las abuelas, quienes relataron el sufrimiento que habría padecido Benjamín, incluyendo episodios de violencia extrema por parte de su padre.

Los testimonios de los hermanos permitieron reconstruir un relato de maltratos que incluía golpes con objetos contundentes como bloques de cemento, machetes, latigazos, botellas y otros elementos, revelando un calvario que marcó la corta vida del niño.