La visita en prisión de algunos diputados de La Libertad Avanza a los genocidas de la última dictadura levantó suficiente polémica entre la oposición al Gobierno, por lo que este miércoles, en el marco de una maratónica sesión, se discutió la permanencia de esos legisladores en el recinto, con la sorpresa de que una de las presentes votó a favor de su propia expulsión.
Se trata de la diputada nacional de La Libertad Avanza, Rocío Bonacci, quien estuvo en la visita a los represores en el penal de Ezeiza, y sorprendió al votar por su propia expulsión del cuerpo.
Al parecer, la diputada santafesina se confundió al votar de esa manera, ya que pensaba que la moción de apartamiento de reglamento pedida por Unión por la Patria era para que se votase el proyecto de creación de una comisión especial evaluadora de la conducta de los libertarios. Es decir, no sabía lo que estaba votando.
Es que en realidad lo que se sometió a votación fue un proyecto de ley de la diputada nacional de Unión por la Patria, Gisela Marziotta, para expulsar de sus cargos a seis diputados liberales, entre quienes estaba Bonacci incluida, pese a haberse negado a entrar al pabellón donde los esperaban los genocidas.
De todos modos, la votación para la expulsión de los diputados de La Libertad Avanza implicados en esa visita fue rechazada con 102 votos afirmativos, 121 negativos y cinco abstenciones.
En lo que para muchos es parte de la interna entre Javier Milei y Victoria Villarruel, Bonacci, junto a su par Lourdes Arrieta, intentaron, desde que estalló el escándalo, despegarse de Beltrán Benedit, el organizador de la visita, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra y María Fernanda Araujo.
Al igual que Arrieta, ella dijo haber sido llevada hasta el penal “engañada”, sin conocer el verdadero propósito de la actividad.
Junto a militantes y dirigentes, diputados electos analizaron el trabajo realizado en el último mes, en el marco de la campaña por los comicios legislativos.
La convocatoria fue impulsada por legisladores de la oposición, motivada por la intervención en la Junta de Clasificación Primaria de la sede Resistencia.
La policía encontró documentación a nombre de Mariana Graciela Ibarra, quien tendría entre 39 y 40 años. Todo indicaría que se trata de la persona que, en la tarde del lunes, se arrojó desde el Puente General Manuel Belgrano hacia el río Paraná.
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La menor había sido vista por última vez al asistir a un gimnasio en la ciudad. Fue hallada sana y salva tras un operativo policial.
Mariana Graciela Ibarra, de 38 años, fue identificada tras estudios forenses. Se había lanzado al Paraná el martes por la tarde.
