





El clásico entre Boca y Racing, pautado para este sábado a las 16:30 en La Bombonera por la cuarta jornada del Torneo Clausura, ya empezó a generar tensiones, aunque no dentro del campo de juego. La polémica se desató tras los dichos del entrenador de Racing, Gustavo Costas, quien aseguró que Boca se negó a adelantar el duelo al viernes, lo cual, según él, habría favorecido a su equipo de cara a los octavos de final de la Copa Libertadores.


“Me hubiese servido tener un día más de descanso, pero Boca no aceptó jugar el viernes”, expresó Costas tras la victoria frente a Deportivo Riestra por la Copa Argentina, que le permitió a Racing avanzar a cuartos de final. La declaración generó revuelo, aunque desde la institución de La Ribera niegan haber tenido injerencia en la fijación del cronograma.
Desde Boca sostienen que en ningún momento fueron consultados sobre la programación del partido. Sin embargo, reconocen que el sábado les resulta conveniente para contar con más tiempo de recuperación y poder evaluar a varios futbolistas que presentan molestias físicas, como Ayrton Costa, Nicolás Figal y Carlos Palacios.
Por otra parte, de acuerdo con lo informado por TyC Sports, tanto la Liga Profesional como el Ministerio de Seguridad porteño afirman que Racing jamás presentó una solicitud formal para adelantar el encuentro. No obstante, en Avellaneda sostienen que jugar el sábado los pone en desventaja, ya que dispondrán de solo 77 horas de descanso antes del compromiso frente a Peñarol, por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.
























