Conmoción en Corrientes: murió Charrúa, el guacamayo rojo símbolo del regreso de la especie al Iberá tras haber recibido un disparo de una gomera

La Fundación Rewilding Argentina confirmó el fallecimiento de Charrúa, uno de los tres guacamayos rojos nacidos en libertad en el Parque Iberá durante 2023. El ave murió cuatro días después de haber sido hallada con una grave herida provocada por el impacto de una gomera en las cercanías de Concepción del Yaguareté Corá, en la provincia de Corrientes.

A pesar de los intensos cuidados veterinarios en el Centro de Conservación Aguará, Charrúa no logró sobrevivir a las lesiones, que incluyeron una fractura expuesta y pérdida de hueso en un ala. La fundación confirmó que se presentó una denuncia judicial para que se investigue el hecho e identificar a los responsables.

El episodio generó profunda conmoción entre los habitantes del Iberá y el equipo de conservación, ya que Charrúa formaba parte de la primera generación de guacamayos rojos (Ara chloropterus) que volvió a volar los cielos correntinos después de más de 150 años de extinción local.

Una década de trabajo para recuperar la especie
La reaparición del guacamayo rojo en el litoral argentino fue el resultado de un proyecto iniciado en 2015 por la Fundación Rewilding Argentina, junto con el Gobierno de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales, con el objetivo de reintroducir la especie, erradicada del país desde el siglo XIX.

En 2023, el nacimiento en libertad de Charrúa, Pampa y Toba marcó un hito en la conservación nacional. Los tres juveniles emprendieron vuelos de hasta 350 kilómetros, atravesando localidades como Villa Olivari, Isla Apipé, Loreto, Carlos Pellegrini y Concepción, donde su avistamiento fue celebrado por los vecinos como un símbolo del renacer del ecosistema del Iberá.

Protección legal y denuncia judicial
El guacamayo rojo está protegido por la Ley Provincial N° 6557, sancionada en 2021, que lo declaró Monumento Natural Provincial, lo que prohíbe su caza, captura o daño y establece sanciones severas para quienes atenten contra la especie.

La muerte de Charrúa es el primer caso de deceso intencional por acción humana registrado en los diez años que lleva el programa de reintroducción. Por eso, Rewilding Argentina solicitó la intervención de la Justicia para investigar el ataque y reforzar la conciencia sobre la convivencia con la fauna nativa.

Un símbolo del Iberá que inspiró a toda una comunidad
Más allá de su valor biológico, Charrúa cumplía un rol ecológico fundamental como dispersor de semillas y regenerador del monte nativo, además de ser un atractivo turístico para las comunidades que viven del ecoturismo.

En los últimos años, las poblaciones rurales del Iberá se convirtieron en aliadas clave del proyecto, alertando sobre movimientos de fauna, registrando avistamientos y participando activamente en la protección de las especies.

“Detrás de la aventura de estos tres hermanos hay mucha gente que los acompañó, los cuidó y nos avisó dónde estaban. También hubo una familia que intentó salvar a Charrúa, y eso nos da esperanza: el Iberá está volviendo a ser un ecosistema completo”, expresó Marianela Masat, coordinadora del programa de reintroducción, en diálogo con El Litoral.

El trágico final de Charrúa, sin embargo, deja una advertencia: el éxito de la restauración ecológica depende tanto de la ciencia como del compromiso social. La pérdida del guacamayo más emblemático del Iberá reaviva el llamado a proteger la vida silvestre y consolidar una convivencia respetuosa entre las comunidades y el entorno natural que las rodea.

Fuente: Infobae.