Pablo Laurta: perfil psicópata y militante antifeminista, acusado de doble femicidio y secuestro

VIOLENCIA DE GÉNERO12 de octubre de 2025redacciónredacción
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Pablo Laurta, ciudadano uruguayo, fue detenido tras una intensa búsqueda luego de ser señalado como el principal sospechoso del doble femicidio de su expareja, Luna Giardina (24), y su exsuegra, Mariel Zamudio, ocurrido el sábado en Córdoba. El crimen fue seguido por el secuestro de su hijo de 5 años, con quien intentaba escapar hacia Uruguay.

La figura de Laurta, según revelan las investigaciones y sus propias publicaciones en redes sociales, encarna un perfil psicopático con una militancia activa y radical contra el feminismo, antecedentes de violencia de género, y una postura negacionista frente a las políticas de protección a las mujeres.

 
Un historial marcado por la violencia


La relación entre Laurta y Luna Giardina había sido denunciada como violenta años atrás. La joven, oriunda de Uruguay, logró huir a Córdoba con su hijo luego de denunciar al hombre por intento de femicidio. En ese episodio, lo había acusado de haber intentado ahorcarla. La Justicia le otorgó un botón antipánico, pero lamentablemente no logró activarlo el día del crimen.

 
Crimen y fuga


El sábado 11 de octubre, según reconstruyeron los investigadores, Laurta ingresó a la vivienda de Luna en el barrio Villa Rivera Indarte, en Córdoba, y asesinó a las dos mujeres con disparos en la cabeza. Posteriormente, huyó con su hijo Pedro.

La Justicia activó de inmediato una Alerta Sofía y pidió la colaboración de Interpol. El niño fue hallado con vida al día siguiente en un hotel de Gualeguaychú, Entre Ríos, y Laurta fue detenido. Todo indica que planeaba cruzar la frontera hacia Uruguay.

 
Un discurso de odio: misoginia disfrazada de activismo


En sus redes sociales, Laurta se mostraba como un "defensor de los derechos de los varones". Fue fundador del colectivo "Varones Unidos", una agrupación uruguaya con posiciones extremas contra el feminismo, la Ley de Violencia de Género y las políticas de igualdad.

Se definía como empresario y académico, asegurando haber estudiado en la Universidad ORT (Uruguay), el Corporate Finance Institute (EE.UU.) y el MIT (EE.UU.), aunque esta información aún está bajo verificación.

Su discurso estaba plagado de afirmaciones negacionistas, teorías conspirativas sobre denuncias falsas y ataques sistemáticos a mujeres, movimientos feministas y a la justicia argentina.

En una de sus publicaciones más recientes en la red social X (antes Twitter), escribió:
"La mera condición de ser hombre es prueba suficiente de tu culpabilidad para la justicia feminista".

Además, había fijado un artículo en el que se refería a su expareja como parte de un sistema que “secuestraba niños en Argentina”, en clara alusión a su conflicto legal por la tenencia de su hijo.

 
Investigación en curso


La Fiscalía de Violencia Familiar y de Género de Córdoba trabaja en la imputación formal por doble homicidio agravado y sustracción de menor. La Justicia ya había dispuesto una orden de captura internacional y se montó un operativo especial en pasos fronterizos, en previsión de una fuga hacia su país natal.

Los peritos trabajan ahora en el análisis de su perfil psicológico, que comienza a trazar el de una personalidad psicopática, con rasgos narcisistas, conducta manipuladora, pensamiento paranoide y alta peligrosidad, según fuentes de la investigación.

 
Un caso que expone los límites de la prevención


El crimen conmociona no solo por su brutalidad, sino porque la víctima ya había denunciado a su agresor. Había alertado sobre su temor, había recibido un botón antipánico, y aun así, el sistema no logró evitar lo peor.

Hoy, Laurta está detenido, el niño a salvo, y las dos mujeres ya no están. Un caso que vuelve a poner en el centro del debate la urgencia de reforzar las políticas de protección, los mecanismos judiciales y el seguimiento a denunciados por violencia de género.

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