Según confirmaron fuentes oficiales, la salida del titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto se formalizó en medio de un clima de tensión interna y diferencias crecientes con el entorno presidencial.
La dimisión de Werthein, que inicialmente estaba prevista para concretarse después de las elecciones legislativas del domingo, se adelantó tras una serie de desencuentros con el asesor presidencial Santiago Caputo, figura clave del denominado “triángulo de hierro” del Gobierno.
Desde el Palacio San Martín reconocieron que el ahora ex canciller se mostró “cansado del desgaste interno y de las operaciones en redes sociales”, donde fue blanco de críticas de cuentas vinculadas al equipo comunicacional de Caputo.
El trasfondo de la renuncia
El malestar se profundizó luego de la reunión entre Javier Milei y Donald Trump, en la que el expresidente estadounidense habría condicionado su apoyo financiero a la Argentina al resultado electoral del 26 de octubre. El episodio generó cuestionamientos dentro del oficialismo, donde algunos sectores atribuyeron la responsabilidad diplomática a Werthein.
Además, fuentes diplomáticas cercanas al entorno presidencial mencionaron que existía cierta desconfianza política hacia el canciller, por su “vinculación histórica con sectores del Partido Demócrata” estadounidense, lo que habría generado reparos en el vínculo con el entorno de Trump.
Reacomodamiento en el Gabinete
La renuncia de Werthein se da en la recta final de la campaña y suma un nuevo capítulo a las tensiones dentro del gabinete libertario. Si bien aún no se oficializó quién ocupará el cargo, en la Casa Rosada admiten que la decisión podría acelerar la reorganización del equipo diplomático y reforzar la influencia del círculo político más cercano a Santiago Caputo.
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