Un momento histórico para recordar. 

Imposible olvidar. Fue una escena de película, una secuencia que seguramente ni siquiera fue parte de los sueños de ningún hincha de River. En cuestión de instantes, la Bombonera pasó de un masivo grito eufórico al ritmo del clásico "y dale Booo, y dale Booo", al silencio más profundo que se pueda percibir. En ese momento, sólo se escuchaba el rugido del Oso Pratto en el campo de juego... 

Dos años. Este 11 de noviembre se cumple el segundo aniversario de un gol que los hinchas de Boca tendrán atragantado hasta el último de sus días. Porque Ramón Wanchope Ábila acababa de convertir el 1-0 para Boca a los 33.12 minutos del primer tiempo. Y mientras el entrenador Guillermo Barros Schelotto pedía calma con sus dos manos, el delantero de Boca se abrazaba con Carlos Tevez y todos los integrantes del banco de suplentes. El festejo duró un minuto y 38 segundos, pero el equipo del Mellizo se durmió en esa felicidad y River no le perdonó esa siesta.

DIARIO OLE