SOCIALES Redacción DB 08 de marzo de 2019

Solo se recibe una ingeniera cada 10 mil mujeres en Argentina y persiste el "efecto Matilda"

En cambio, entre los varones, el país gradúa uno cada 3 mil. La presencia femenina en el área es de apenas el 24 por ciento y los especialistas lo asocian con la percepción que se tiene de sus carreras

Virginia Ballarín fue presidenta de la Sociedad Argentina de Bioingeniería, pero antes, con apenas 21 años tuvo un episodio que pudo haber empantanado su carrera. Cursaba su cuarto año de Ingeniería Electrónica, rendía un final de Sistemas Digitales y debía explicar el funcionamiento de stack pointer en microprocesadores. Ella hizo una comparación con una pila de platos porque el último registro que se almacena es el primero que sale, explica. A eso, su profesor respondió: "Tenía que ser mujer para compararlo con una pila de platos". Ella se enojó, juntó bronca, pero no se le cruzó por la cabeza desistir.
El de Ballarín es solo uno de los relatos que recopila Matilda y las mujeres en ingeniería en América Latina, el libro que lanza en el Día de la Mujer el Consejo Federal de Decanos en Ingeniería (CONFEDI) junto al Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Ingeniería. En la publicación, se menciona el "efecto Matilda" como una de las claves para analizar la baja representación femenina en el área.

Es que en Argentina los indicadores de género vinculados a las ingenierías también encienden alarmas. Según los datos de la Secretaría de Políticas Universitarias, en 2017 se graduó una ingeniera cada 10.427 mujeres, mientras que se recibió un ingeniero cada 3.238 hombres en el país.

En 2012 se trazó el objetivo de graduar un ingeniero cada 4.000 habitantes para 2020. Parte del desarrollo productivo, se pensó, vendría de la mano con ellos. Todavía incumplida esa meta, en 2017 se alcanzó a recibir un nuevo ingeniero cada 4.992 personas. Para alcanzar la cifra deseada, es menester empujar el interés de las estudiantes en el área, despertar vocaciones tempranas.

Fuente: infobae.com