Acompañaron la actividad el intendente local Ramón Peña y familiares de las víctimas de femicidio Soledad Altamirano, Evaristo de Jesús Saúx y Adriana Barreto. 

Cuesta llamó nuevamente a la reflexión de la sociedad y al compromiso de toda la sociedad para erradicar este flagelo. “El Banco Rojo viene a interpelarnos como sociedad y visibilizar esta problemática que tenemos que poner sobre la mesa, trabajarla juntos para erradicarla”, manifestó.

Asimismo, remarcó que se tiene que legislar y juzgar con perspectiva de género. “En muchos casos de femicidio el Estado estuvo ausente, porque hubo denuncias previas y no se hizo prevención. Hay trabajar en la sociedad para inculcar respeto, tolerancia y construir una provincia más inclusiva”, aseveró la titular de Muchas. 

Por su parte, Blanc remarcó la importancia de concienciar sobre la violencia en cada rincón de la provincia. “Este Banco Rojo es un símbolo que queremos que esté en la boca de todas las y los vecinos, que comiencen a hablar de un tema tan importante como son los femicidios, que se pregunten por qué es un banco rojo, por qué es de ese color, por qué tiene esa frase, cuáles son los logos que tiene. Que vengan las escuelas, desde el más pequeño hasta el más adulto y dialoguen entre todas y todos para comenzar a aportar un granito de arena a la seguridad, a intervenir, a no ser siempre terceros, espectadores nada más ante un flagelo tan grande”, manifestó.

Un reflejo de lo que está padeciendo la sociedad

El intendente Ramón Peña aseguró que el Banco Rojo es un grito silencioso de la sangre derramada por las víctimas. “Este banco representa lo que vivimos en la sociedad, tenemos que dejar de mirar para el costado para que esto no vuelva a suceder; que este acto sea el puntapié inicial para una sociedad libre de violencia”, resaltó el jefe comunal.