POLICIALES Por: RedactorEl miércoles

Inusual crimen: un hombre afirmó haber confundido a su amigo con el "Pomberito" y lo apuñaló hasta la muerte.

La víctima fue hallada con heridas graves en un taller mecánico en Quilmes y antes de fallecer identificó a su agresor.

Después de dos semanas de búsqueda exhaustiva, la policía detuvo este martes a Pablo Calatayud, principal sospechoso del feroz asesinato de Gastón Altamirano, el vigilante de 49 años que recibió 20 puñaladas en un taller mecánico de Quilmes el 24 de octubre.

La investigación se inició con un detalle crucial: "Fue Pablo", logró murmurar Altamirano en sus últimos momentos de vida. El nombre hacía referencia a su amigo y compañero de trabajo, Pablo Calatayud, quien después del ataque sustrajo 300 mil pesos de la pensión por discapacidad de la víctima y huyó del lugar.

La búsqueda del fugado dio un giro el 31 de octubre, cuando, durante una serie de allanamientos, las autoridades lograron incautar dos teléfonos celulares pertenecientes a Calatayud. Sin embargo, el sospechoso seguía sin ser encontrado. La situación cambió en las últimas horas gracias a un operativo encubierto de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes y La Matanza, que finalmente logró localizar a Calatayud oculto en la villa de emergencia "La Candela" en Villa Luzuriaga.

Al ser detenido, Calatayud confesó el asesinato pero ofreció una justificación insólita: afirmó que había matado a su compañero bajo efectos de las drogas y que, en su estado de confusión, creyó ver al "Pomberito", una figura del folclore guaraní conocida por su carácter sobrenatural y temida en diversas provincias argentinas.

El caso ahora está bajo la jurisdicción de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 7 del Departamento Judicial de Quilmes, a cargo de la fiscal Ximena Santoro.