La madrasta de Lucio Dupuy confesó que lo golpeó "porque se mandó un moco"

La mujer decidió brindar una declaración frente al tribunal y dio su versión de lo sucedido en el momento de la muerte del niño.

20 de enero de 2023 redacción redacción
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El 7 de diciembre pasado fue la audiencia número 14 del juicio por el terrible asesinato de Lucio Dupuy, el chico que de cinco años que fue torturado hasta la muerte en La Pampa. En ese momento, Abigaíl Páez, madrastra del pequeño y pareja de Magdalena Espósito, la madre, habló frente al tribunal. 

Su defensa explicó que Páez tomó la decisión de hablar sin responder preguntas. "Mi clienta prefiere retirarse y no estar presentes en este testimonio", dijo Pablo Biasi, el abogado de Magdalena Espósito. 

En el discursó que brindó, detalló el momento del asesinato de Lucio, por quien comentó que estaba sola con él y confesó que lo golpeó "porque se mandó un moco". "Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí donde, ni sé por qué tampoco. No le encuentro una explicación todavía", explicó Páez. 

Sin embargo, este relato no condice con las pruebas que se presentaron en el debate, lo cuales mencionan golpes, mordeduras y heridas de mayor gravedad. Además, también las documentaciones dan cuenta de abusos sexuales de fechas pasadas y recientes. De esta forma, su versión fue entendida por los fiscales como una mentira, o una verdad incompleta. 

No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía. Se bañó parado. El me intentaba hablar, como para decir algo, pero no le salían las palabras", continuó Páez. 

La autopsia de Lucio muestra un fuerte golpe que le afectaba la cadera, , el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días. Además, el informe relata, por lo menos, una decena de golpes que se produjeron ese mismo día del asesinato.

"Cuando estábamos en la ducha, él se estaba bañando parado. Como vi que se estaba debilitando o desvaneciendo, no sé, lo saqué de la ducha, lo tapé con su toallón y lo llevé a mi pieza. Después lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo, lo más rápido posible porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, ni que hacer para que él se recomponga", explicó la madrastra del niño. 

Además, Páez explicó que "cuando voy a buscar ropa para cambiarlo escucho un golpe y cuando vuelvo lo veo que están él estaba tirado en el piso, sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos. Como si estuviese desmayado, no sé. Entonces yo por el mismo temor lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuesta de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, lo puse boca arriba".

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