CHACO: Falleció Santiago Frank, el sacerdote de los humildes

En nuestra capital a los 96 años de edad desapareció físicamente quien fuera parte de los Curas del Tercer Mundo.

SOCIEDAD 02 de marzo de 2023 redacción redacción
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Durante su larga formación compartió como novicio dos años con Jorge Bergoglio en una congregación jesuítica. Sus restos son velados hasta las 15 en avenida 25 de Mayo 665.

El 16 de noviembre de 1926 nació en Pasteur, partido de Lincoln en la provincia de Buenos Aires Santiago Frank, sacerdote católico arraigado en Resistencia que falleciera este miércoles 1 de marzo. Fue un defensor de la clase humilde y comprometido con los más pobres.

Se alejó del ministerio eclesiástico pero toda su vida militó por los que menos tienen. Llegó al Chaco en 1969. Cursó la escuela primaria en el Colegio Jesús de Nazareth de las religiosas de la Virgen Niña de Lincoln.

En 1938 se trasladó a Los Toldos, donde su padre había abierto una confitería. En el seminario diocesano San José de La Plata cursó el nivel medio e inició la carrera sacerdotal entre 1940 y 1951 donde fueron estudiantes Miguel Hesayne, Antonio Quarracino y Eduardo Pironio, que llegaron a ser obispos.

Entre sus profesores de los cursos de teología tuvo a Jerónimo Podestá, Antonio Plaza y Raúl Primatesta, que con el tiempo llegarían a ser obispos. Se ordenó de sacerdote en La Plata el 20 de diciembre de 1951 y fue enviado como profesor al seminario menor de 9 de Julio para enseñar latín y griego hasta 1953. Luego estuvo en Lincoln y entre 1955 y 1958 en Chacabuco.

Desilusionado de la formación del seminario hizo un mes de retiro con los Jesuitas y luego decidió entrar en la Congregación donde hizo dos años como novicio ya sacerdote, fue compañero durante un año de Jorge Bergoglio.

Fue encargado del Santuario de Nuestra Señora de los Milagros adjunto al Colegio de la Inmaculada en Santa Fe. Siguió en Santa Fe hasta 1962 cuando a fines de este año pronunció sus primeros votos de castidad, pobreza y obediencia.

En 1963 fue profesor en el Colegio Máximo de San Miguel en Buenos Aires donde fue adjunto de las cátedras de Teología para Jesuitas y de otras congregaciones. En esta época tomó contacto con sacerdotes obreros que se iniciaban en ese tiempo. En 1965 fue trasladado al Colegio del Salvador en pleno centro de Capital Federal donde fue director espiritual y profesor de Religión. Luego pidió ser trasladado a la parroquia de Dique Luján, diócesis de San Isidro en el Delta, que era la única que tenía la Compañía entre clases populares. Se hizo cargo de la parroquia a mediados de 1966 aunque seguía dependiendo del Salvador.

Hizo experiencias con curas obreros. Tras un conflicto con el obispo los superiores decidieron enviarlo a Roma para estudiar Teología pero el propuso hacerlo en el Instituto Latinoamericano de Pastoral de Quito y fue aceptada su iniciativa. Un tiempo antes había iniciado un trabajo como pintor que lo conservó hasta viajar. Ya en Ecuador trabajó como mozo de restorán. A su regreso pide dos años de licencia en la orden y pasa un tiempo en San Nicolás.

El destino chaqueño

A fines de 1969 llega al Chaco y fue hasta Nueva Pompeya donde estaba la monja Guillermina Hagen pero ella le aconsejó quedarse en Sáenz Peña, al parecer no existían coincidencias entre ambos. El obispo Distéfano le ofreció la catedral lo que no fue de su interés y vino a Resistencia.

Aquí formó parte de los Curas del Tercer Mundo, luego se alejó del ministerio eclesiástico pero nunca dejó de militar por los sectores más vulnerables. Se dedicó a la gastronomía con su comedor y heladería "San Fernando" que estaba ubicada en avenidas 25 de Mayo y Hernandarias hasta que lo cerró.

Santiago Frank físicamente abandonó la ciudad que eligió para transitar con su vida pero deja el ejemplo de su compromiso social.

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