"PALEAMOS DOS DÍAS", el relato del chofer de la ambulancia de EL SAUZALITO que quedó estancada

El chofer de la ambulancia de El Sauzalito, Emanuel Garcés, quien junto a una enfermera quedó varado en una ambulancia durante 48 horas debido al estado de la ruta tras las intensas lluvias en El Impenetrable, dio detalles de todo lo que vivieron desde que salieron del Hospital Bicentenario de Castelli el martes a las 21 horas, donde dejaron a pacientes, con destino a su ciudad de origen.

Sobre esa noche, dijo que le habían informado que en la zona de Las Hacheras estaba lloviendo, entonces "decidimos desviar todo lo que era las lluvias para el lado por donde siempre andamos cuando llueve, por el tema de las urgencias. Nosotros tenemos 260 kilómetros hacia la localidad de Castelli desde El Sauzalito y solo 40 kilómetros de asfalto; después, todo es tierra".

"Llegamos al Hospital de Castelli con un bebé con fractura y una señora con problemas abdominales, pero el inconveniente fue a la vuelta. A mitad de camino nos agarra una lluvia de 180 mm, cuando veníamos todo era agua", relató Garcés, quien añadió que en un momento la camioneta terminó en una cuneta. "No tenía manera de sacarla más que si alguien me tiraba, con algún otro vehículo, o con pala. Como no pasó nadie en esos dos días, lo hicimos a pala", manifestó el chofer a Norte Grande Federal.

Negó que los hubiera rescatado algún patrullero o helicóptero, y expresó que se arreglaron con su pala porque "ni eso tenemos desde el hospital".

Tras salir por sus propios medios, el chofer y la enfermera pudieron trasladarse hasta Misión Nueva Pompeya y de allí a El Sauzalito. "Todos los días paleábamos y teníamos una casa a un kilómetro donde le pedíamos que nos caliente agua para el mate y a base de mate no más estábamos. Después todo el día era pala y pala, a la noche descansábamos un rato y después nos levantábamos a las 6 de la mañana y seguíamos paleando", añadió.

"A las 15.30 llegué a Nueva Pompeya y fui a la casa de mi cuñada, que vive ahí, le comuniqué lo que pasaba y me esperó con un plato de comida. Pasamos ahí para poder almorzar algo y seguimos el viaje. La Policía fue hasta la casa tras enterarse de que estábamos", siguió contando y resaltó que no tuvo señal en todo el viaje.