En medio de la denuncia por violencia de género contra Alberto Fernández, Calabaza, un perro de raza Pomerania de Fabiola Yañez se convirtió en protagonista.
Cuando Alberto y Fabiola comenzaron su relación, ella ya tenía a Calabaza. Pero a él no le gustaba porque prefería un perro de raza grande. Y según cuentan, fue la propia ex primera dama quien le trajo al collie Dylan de un viaje a Misiones.
El problema fue cuando en 2016 la pareja decidió convivir en el departamento de Puerto Madero, propiedad de Enrique Albistur. Al parecer Dylan no se llevaba bien con Calabaza y el collie con su boca más grande “babeaba” a la pequeña pomeranie.
Por entonces, Fabiola mudó a su perro a la casa de su madre. Pensó en el reencuentro cuando en 2019 llegó la mudanza a la Quinta de Olivos con espacio para más perros. Había lugar, pero Fernández ya no quiso saber nada. “Es perro de puta”, le dijo despectivamente a Fabiola sobre Calabaza. La mascota actualmente se encuentra bajo el cuidado de un familiar de la ex primera dama.
La historia de su perro Pomerania no forma parte de la exposición que realizó hasta el momento, en distintas oportunidades, ante los funcionarios judiciales que están a cargo de la investigación, aunque se inscriben en la descripción de maltratos que ha enumerado en los últimos días.
Yañez denunció penalmente al ex presidente Alberto Fernández por haberla golpeado, por lo que el juez federal Julián Ercolini abrió una causa por lesiones leves y encomendó al fiscal Carlos Rívolo que lleve adelante la investigación.
En la causa constan elementos que probarían los ataques de Fernández contra Yañez. Se trata de imágenes, fotos, videos y conversaciones encontradas en el teléfono celular de María Cantero, histórica secretaria privada de Fernández, peritado en el marco de otra investigación.
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