
Perdió la vida en el acto debido a la gravedad de sus lesiones.
El Departamento de Investigaciones Complejas del Interior investiga el homicidio de un joven de la etnia wichi.
El joven fue visto por última vez en compañía de dos hombres, de 20 y 35 años respectivamente, quienes ahora son investigados. Las últimas personas en ver a la víctima fueron menores de edad de la comunidad wichi, quienes declararon en presencia de sus padres.
Los testimonios de los menores indican que el joven fue visto con estos dos hombres cerca de un aljibe en la Escuela del Barrio Nueva Población. Se presume que allí se produjo el homicidio, y que posteriormente el cuerpo fue trasladado al lugar del hallazgo para simular un suicidio.
La principal hipótesis apunta a una disputa por un teléfono celular que la víctima le habría robado al joven de 20 años involucrado en el hecho. El Departamento de Investigaciones Complejas informó a la magistratura interviniente sobre este caso y sobre los avances de la investigación. Además, se han dispuesto actuaciones complementarias, incluyendo audiencias en Cámara Gesell para los menores involucrados.
Perdió la vida en el acto debido a la gravedad de sus lesiones.
El Departamento de Cibercrimen de la División de Delitos Tecnológicos logró detener a Braian Iván Farías, de 29 años, acusado de haber robado a su propia abuela todas las tarjetas y billeteras virtuales, con un botín de 20 millones de pesos.
Gracias al excelente trabajo del Departamento de Investigaciones Complejas, División Delitos Contra las Personas, se logró detener a Ríos Tiago Ezequiel, de 18 años de edad, uno de los motochorros que se enfrentó a balazos con la Policía.
Un hombre de 70 años fue despojado de su arma. La víctima tenía 32 años y contaba con múltiples denuncias de su exesposa.
Las víctimas son un hombre y una niña de 7 años. Otros dos adultos resultaron heridos y se encuentran en estado grave.
Flores María Rosa, de 60 años de edad, fue detenida luego de robar en el local comercial DEPOT, ubicado en Julio A. Roca N° 275. Lo increíble es que la señora Flores le dijo a los efectivos policiales que tenía el pelo muy crocante.