Condenaron a 12 años de prisión a Marcelo Ortiz por la muerte de Carla Retamozo

Marcelo Ortiz fue condenado a 12 años de prisión por la muerte de Carla Retamozo durante un robo. La lectura de la pena se realizó este viernes, pasada el mediodía, en la sede de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, ubicada en Avenida San Martín y Juan B. Justo, en la ciudad de Resistencia. La sentencia llega poco más de un mes después de que un jurado popular lo encontrara culpable.

Durante el juicio, la Fiscalía había solicitado una pena de 15 años, mientras que la defensa del acusado pidió una condena de 10 años.

El juicio

El jueves 27 de febrero se llevó a cabo la última audiencia del proceso judicial, que se extendió por tres intensas jornadas. El jurado, compuesto por 12 ciudadanos, emitió un fallo unánime: Marcelo Oscar Ortiz fue declarado culpable del delito de homicidio en ocasión de robo. El veredicto se leyó en el Centro de Estudios Judiciales, donde Ortiz escuchó la decisión sin mostrar reacción alguna.

El caso conmocionó a toda la provincia y tuvo un desenlace contundente gracias a la evidencia presentada por la Fiscalía, la cual demostró que el accionar del acusado estuvo motivado por fines delictivos y derivó directamente en la muerte de la víctima.

Cómo ocurrió el hecho

La reconstrucción de los hechos fue clave en el proceso judicial. El 4 de abril de 2024, Carla Retamozo circulaba en motocicleta cuando Ortiz, también en moto, le arrebató el celular. La mujer lo persiguió durante siete cuadras, suplicándole que le devolviera el teléfono. Sin embargo, el delincuente no respondió al pedido. En medio de la desesperación, Carla perdió el control de su vehículo y cayó al asfalto, sufriendo lesiones fatales.

En su alegato final, el fiscal de Cámara Martín Bogado señaló: “Ortiz tuvo dos oportunidades para evitar esta tragedia: primero, no salir a robar; segundo, devolver el celular cuando Carla se lo pidió. No hizo ninguna de las dos”.

También destacó la actitud del acusado tras el hecho, al intentar borrar pruebas vendiendo el teléfono y deshaciéndose de su pechera para evitar ser reconocido. “No le importó lo que le pasó a Carla. No hay dudas de que su conducta fue clave en el desenlace fatal”, concluyó el fiscal.