Puerto Bermejo: un niño de 7 años fue brutalmente atacado por un perro dogo y deberá someterse a nuevas cirugías para no perder la movilidad del brazo; el dueño sería un agente de Prefectura

POLICIALES08 de mayo de 2025RedactorRedactor
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Un grave hecho de ataque animal se produjo el pasado 10 de abril en Puerto Bermejo, cuando un menor de 7 años fue atacado por un perro de raza dogo mientras se dirigía a casa de un compañero en bicicleta. El caso fue denunciado ante las autoridades el 14 de abril por su madre, quien relató la traumática situación que vivió su hijo, y pidió que los responsables se hagan cargo de los costos médicos.

Según consta en la denuncia presentada por la madre del menor, D. A. T., el niño fue sorprendido por un perro de gran tamaño y pelaje blanco que salió al cruce mientras él circulaba en bicicleta por una calle del barrio. En su relato, el menor afirmó que el animal comenzó a perseguirlo hasta hacerlo caer, para luego atacarlo con ferocidad. El niño, en un intento de proteger su rostro, usó su brazo derecho, el cual sufrió dos mordeduras profundas que le provocaron la pérdida de tejido y una grave lesión muscular.

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Fue trasladado de urgencia al hospital local por un vecino identificado como J. R., acompañado por G. S.. Posteriormente, debido a la gravedad de las heridas, el menor fue derivado al Hospital Pediátrico de Resistencia, donde fue intervenido quirúrgicamente. Actualmente, se encuentra en su domicilio, pero deberá continuar con tratamientos médicos y posiblemente enfrentar una segunda operación.

En su testimonio, el menor aseguró haber escuchado a  J. R. y a otra persona decir que dirían no saber de quién era el animal. Sin embargo, su madre aportó información que vincula al can con  J. R., quien sería empleado de la Prefectura Naval Argentina, y aseguró que el perro pertenece a su familia, aunque está al cuidado de su madre.

La denunciante también mencionó que un testigo del ataque, F. E., estuvo presente en el lugar y escuchó cuando J. R. admitió que se haría cargo de lo sucedido, reconociendo que el animal era de su propiedad.

El hecho generó una fuerte conmoción en la familia, ya que el niño, además de las secuelas físicas, sufre consecuencias psicológicas como pesadillas y miedo constante. La madre solicitó que los responsables se hagan cargo de todos los gastos médicos, tratamientos y traslados, y entregó documentación médica y la historia clínica del menor para respaldar la denuncia.

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