Corrientes: Un pastor evangelista fue condenado por abuso sexual agravado contra una adolescente en un templo

El hecho ocurrió en Mocoretá en 2020, dentro de un lugar de culto, cuando el religioso invitó a una menor a rezar y, en ese contexto, la tocó en sus partes íntimas.

VIOLENCIA DE GÉNERO15 de mayo de 2025RedactorRedactor
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El Tribunal Oral Penal de Paso de los Libres dictó este jueves una condena de siete años de prisión para un pastor evangélico por abusar de una adolescente en una situación sospechosa en la localidad correntina de Mocoretá.

En el expediente N° 18/25, el acusado enfrenta cargos por abuso sexual simple agravado por su condición de ministro de culto, según lo establecido en el artículo 119 del Código Penal.

En la sentencia, el tribunal fundamentó que la víctima no podía dar su consentimiento válido, no solo porque era menor de edad, sino también debido a la existencia de una relación de poder, manipulación y engaño por parte del religioso en el contexto espiritual.

"Acceder no implica aceptar ni consentir", fue la frase del Tribunal para explicar que someterse a situaciones abusivas puede ser una forma de supervivencia frente a la violencia.

El Tribunal de Juicio estuvo integrado por los doctores Marcelo Manuel Pardo como presidente y los doctores Marcelo Ramón Fleitas y Agustín Martín Gatti como vocales.

LOS HECHOS

El delito ocurrió en 2020, cuando el acusado, aprovechándose de su rol de líder religioso y de la confianza que la víctima y su familia tenían en él, citó a la joven de 16 años en el templo con la excusa de “orar” para liberarla de un supuesto mal. Durante esa supuesta ceremonia, el pastor tocó sus partes íntimas sin su consentimiento. La agresión ocurrió en el interior del templo, en un momento en que la adolescente estaba sola, sin posibilidad de defenderse ni entender plenamente lo que sucedía.

También se comprobó que el acusado actuaba como líder religioso de la congregación, aunque sin reconocimiento formal por parte de alguna institución oficial. La sentencia resaltó la responsabilidad del Estado en la prevención y sanción de este tipo de delitos, y aplicó tanto normas nacionales como instrumentos internacionales que protegen a mujeres y adolescentes.

Palabras del doctor Marcelo Manuel Pardo

El juez Marcelo Pardo, en su rol de presidente del Tribunal, explicó que la víctima no pudo consentir libremente los actos debido al engaño y a la creencia inocente, influenciada por su edad y por la autoridad del pastor en su comunidad religiosa:

“La víctima, por el engaño y en la ingenua creencia propia de su edad adolescente, influenciada por la autoridad religiosa que ejercía sobre ella, no pudo dar su consentimiento en forma libre, ya que se trataba de abusos sexuales sobre su integridad física”.

Asimismo, el magistrado sostuvo que el acusado utilizó su condición de “referente espiritual” y el vínculo de confianza con la menor y su familia para llevar a cabo su conducta.

“El rol de pastor se otorga por la autoridad y el ejercicio de la función, independientemente de si el culto está formalmente reconocido o no”, indicó. El doctor Pardo también mencionó el profundo impacto emocional en la víctima, quien sufrió ideas suicidas y trastornos psicológicos severos a raíz de lo ocurrido.

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