A dos años del femicidio de Cecilia Strzyzowski: La Cámara del Crimen, epicentro del reclamo social por justicia

Este lunes 2 de junio se cumplirán dos años del asesinato de Cecilia Strzyzowski, una joven de 28 años que fue víctima de un brutal femicidio. Cecilia estaba casada con César Sena y era nuera de los conocidos referentes piqueteros Emerenciano Sena y Marcela Acuña. Frente a la Cámara Segunda en lo Criminal, escenario de las audiencias finales previas al juicio por jurado, se colocaron mensajes y pancartas exigiendo justicia.

El reclamo popular se trasladó hasta la sede judicial en Resistencia, donde el clan Sena —junto con los presuntos encubridores Gustavo Melgarejo, Gustavo Obregón, Fabiana González y Griselda Reinoso— deberán presentarse en las últimas audiencias previstas para el martes y jueves.

Estas sesiones son el paso previo al juicio por jurados, que está previsto realizarse tras la feria judicial de invierno. En la noche del domingo, activistas y familiares colocaron carteles en la vereda del tribunal, donde la jueza Dolly Fernández volverá a reunir a los imputados el martes a las 16:30.

Mensajes dirigidos a los acusados
"Van a salir de la cárcel el día que Ceci vuelva con vida", dice uno de los carteles. “Ceci, el Chaco no te olvida” y “No más impunidad”, son otros de los mensajes que los acusados verán al ingresar. Estas expresiones fueron colocadas sobre las vallas ubicadas en avenida San Martín 66 y en la intersección con calle Juan B. Justo.

La exigencia de justicia para Cecilia no solo apunta a mantener viva su memoria, sino también a obtener respuestas firmes y sanciones ejemplares. El caso ha tenido un fuerte impacto social, dada la identidad de los presuntos responsables.

Cecilia fue vista por última vez entrando a la residencia de la familia Sena, ubicada en Santa María 1460. Según la hipótesis judicial, César Sena la habría estrangulado y, con ayuda de Obregón, trasladado el cuerpo hasta una propiedad rural de su padre, en la zona conocida como campo Rossi.

Allí, habría sido incinerada, mientras Melgarejo y Reinoso habrían sido los encargados de vigilar el lugar y mantener el fuego encendido hasta que no quedaran restos visibles.