Capitanich busca volver: entre discursos de unidad y el legado de un Chaco devastado que Zdero intenta reconstruir

Mientras miles de chaqueños aún enfrentan las consecuencias del abandono, la pobreza estructural y el colapso de los servicios públicos, el exgobernador Jorge Capitanich reunió anoche a intendentes, sindicalistas y dirigentes del PJ en la sede de la UOM Chaco para relanzar su figura política y postularse como candidato a senador nacional.

El evento, presentado bajo el lema “Peronismo y unidad: La fuerza del Chaco que viene”, reunió a referentes de 63 municipios y 39 sindicatos, además de diputados y concejales, en un intento de proyectar fuerza y cohesión partidaria. Sin embargo, para gran parte de la sociedad chaqueña, el mensaje de “unidad” contrasta con el profundo malestar ciudadano hacia quienes gobernaron durante los últimos años y sumieron a la provincia en una crisis sin precedentes.

Porque el estado actual del Chaco —escuelas deterioradas, hospitales vacíos, rutas destruidas, barrios en emergencia sanitaria e infraestructura colapsada— es el resultado directo de la gestión de Capitanich, cuya última administración terminó dejando una provincia desordenada, endeudada y dominada por el clientelismo.

En ese contexto, la gestión del actual gobernador Leandro Zdero se encuentra enfrentando el desafío de ordenar el caos heredado, con medidas urgentes orientadas a restablecer servicios esenciales, cortar con privilegios, reestructurar el Estado, auditar fondos públicos y empezar a dar respuestas reales a una sociedad golpeada.

Durante el acto peronista, hablaron Juan Manuel Pedrini, Enrique Ruiz (UOM), el intendente Javier Martínez (Margarita Belén), Julio Sotelo, Aldo Leiva, Hugo Sager y Mariela Quirós, antes de que Capitanich cerrara con un discurso crítico hacia el gobierno nacional. Pero ni una sola palabra se escuchó sobre los problemas sin resolver que dejó en la provincia, ni sobre las condiciones en las que terminó su último mandato.

Mientras adentro se hablaba de unidad partidaria, afuera continúa la realidad de cientos de miles de chaqueños: precariedad laboral, falta de agua, cortes de luz, desnutrición infantil, violencia e inseguridad, consecuencias de años de desidia y populismo mal gestionado.

Hoy, con Leandro Zdero al frente del Ejecutivo provincial, se intenta poner en marcha una reconstrucción seria del Chaco, con transparencia, control y políticas públicas orientadas a la producción, la educación y la seguridad. El camino es largo, pero el rumbo comenzó a corregirse.

Y aunque Capitanich intente reciclar su figura con apoyo partidario, cada vez son más los chaqueños que no olvidan de dónde viene la crisis que aún los afecta.