Identificaron al adolescente enterrado en la casa vecina a la que fue de Gustavo Cerati

Se trataba de Diego Olmos, un joven de 16 años desaparecido en 1984. En aquel entonces, la policía se negó a tomarle la denuncia a su familia.

NACIONALES 06 de agosto de 2025RedactorRedactor
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Luego de más de cuatro décadas, se logró establecer la identidad de los restos humanos hallados en una vivienda de la avenida Congreso al 3700, en el barrio porteño de Coghlan. El cuerpo enterrado resultó ser el de Diego Olmos, un adolescente de 16 años que desapareció en 1984. El descubrimiento se produjo el pasado 20 de mayo durante una obra en la propiedad lindera a la que, años más tarde, habitara el músico Gustavo Cerati, exlíder de Soda Stereo.

UNA HISTORIA QUE SALE A LA LUZ DESPUÉS DE 40 AÑOS

Según reconstruyó el diario Clarín, el jueves 26 de julio de 1984 Diego regresó del colegio al mediodía, almorzó con su madre y le pidió dinero para tomar el colectivo, con la excusa de visitar a un amigo. La mujer no sospechó nada: Diego era un chico responsable. La última vez que lo vieron con vida fue esa misma tarde, en la intersección de las calles Naón y Monroe, en Belgrano, a pocas cuadras de su casa.

Cuando llegó la noche y no tenían noticias suyas, sus padres acudieron a la comisaría 39. Sin embargo, los agentes se negaron a tomarles la denuncia. "Se fue con una chica, ya va a volver", les dijeron, sin mostrar intención de investigar.

Desde ese momento, comenzó una larga búsqueda familiar: pegaron afiches, intentaron contactar medios, pero solo lograron que ¡Esto!, la revista de Crónica, publicara una nota dos años más tarde. “Desde el principio lo trataron como un caso de fuga del hogar. Me negué, pero fue inútil. ¿Qué iban a investigar si ya asumían que se había ido por voluntad propia?”, relató en 1986 su padre, Juan Benigno Olmos.

Casi cuarenta años después, un accidente en una obra sacó la verdad a la superficie: una medianera colapsó, dejando al descubierto los restos enterrados. La construcción se realizaba en el terreno de una antigua casona donde Cerati vivió entre 2002 y 2003. Si bien el músico no tenía relación alguna con el hecho, su nombre ayudó a que el caso ganara visibilidad.

El fiscal Martín López Perrando, a cargo de la causa, avanzó con la investigación. Uno de los indicios clave fue que el cuerpo conservaba un uniforme escolar, que finalmente se identificó como perteneciente a la ENET N° 36, donde estudiaba Diego. El joven también jugaba al fútbol en el Club Excursionistas y tenía dos hermanos, quienes hoy fueron los encargados de darle la devastadora noticia a su madre.

La Justicia ahora deberá determinar qué vínculo tenía Diego con la familia que vivía en esa casa en 1984, y cómo llegó a ser enterrado en ese lugar sin que nadie diera aviso durante tantos años.

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