Siniestra declaración de Marcela Acuña: calificó el cuerpo de Cecilia Strzyzowski como “un problema” y pidió disculpas a Gloria Romero

En una audiencia cargada de tensión y emociones, Marcela Acuña, dirigente social y madre de César Sena, brindó un testimonio que dejó helado al jurado popular en el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski. La imputada, última en declarar, reconoció errores personales y ofreció disculpas, pero sorprendió con comentarios que desataron controversia por su macabro tono.

Acuña relató que, tras el asesinato de Cecilia, ordenó a sus allegados que “le saquen el problema”, refiriéndose al cuerpo de la joven, lo que generó indignación por la frialdad de la expresión. Durante más de una hora y diez minutos de declaración, la dirigente aseguró que actuó “como madre” y negó cualquier vínculo cercano con la familia de la víctima, al tiempo que defendió a su hijo César y se distanció de la versión mediática que los señalaba como responsables.

Entre lágrimas, Acuña pidió disculpas públicas a Gloria Romero, madre de Cecilia, y a Fabiana González, quien siempre la acompañó, aunque no dirigió palabras de perdón a la familia de la víctima por la tragedia. “Le pido disculpas porque piensa de todo de mí, pero yo soy una mamá. Si hubiese sido al revés, no sé cómo hubiese actuado”, afirmó.

En su testimonio, Acuña describió además la presión mediática y política que rodeó el caso, negó cualquier relación con el exgobernador Jorge Capitanich más allá de su rol de testigo en el casamiento de su hijo y reafirmó que no existió un plan criminal por parte de su familia. Sin embargo, sus declaraciones sobre el cuerpo de Cecilia y la forma en que calificó la situación como “un problema” dejaron un sello macabro que marcó la jornada judicial.

Con un pedido final de tranquilidad y protección hacia su hijo, Marcela Acuña cerró su intervención dejando entrever la complejidad emocional que atraviesa: “Mi disculpa es sincera. A partir de ahora voy a estar más tranquila, sea cual sea el resultado. Me queda una gran tarea por mi hijo, y les pido por él, les vuelvo a pedir por él”.

El juicio continúa, mientras el jurado y la sociedad intentan procesar declaraciones que combinan arrepentimiento, negación y un tono inquietantemente frío frente a la tragedia de Cecilia Strzyzowski.