El Gobierno oficializó la baja de retenciones: así quedan las nuevas alícuotas

El Gobierno nacional oficializó este viernes una nueva reducción de las retenciones para las exportaciones agropecuarias, que desde hoy registran su nivel más bajo desde 2006. La medida fue publicada en el Boletín Oficial a través del decreto 877 y confirma las rebajas anticipadas por el ministro de Economía, Luis Caputo.

Según la nueva escala, la soja pasará a tributar 24%, mientras que el trigo y la cebada tendrán una alícuota del 7,5%. En el caso del maíz y el sorgo, el derecho de exportación se fijó en 8,5%, y para el girasol en 4,5%. También se redujo la carga para los subproductos de la oleaginosa: harina y aceite bajan de 24,5% a 22,5%.

En los considerandos del decreto, el Ejecutivo destacó la necesidad de “fortalecer el impulso exportador” del sector agroindustrial y calificó a las retenciones como un “impuesto distorsivo” que buscará eliminar “cuando lo permita el superávit fiscal”.

El presidente Javier Milei y Caputo ya habían implementado un esquema temporario de reducción entre enero y junio. Esta vez, la rebaja queda establecida de forma permanente. En septiembre, una baja total por tres días generó un ingreso excepcional de más de US$ 7100 millones, en plena tensión cambiaria previa a las elecciones.

 
Las nuevas alícuotas vigentes desde hoy
Soja: 24% (antes 26%)
Harina y aceite de soja: 22,5% (antes 24,5%)
Trigo y cebada: 7,5% (antes 9,5%)
Maíz y sorgo: 8,5% (antes 9,5%)
Girasol: 4,5% (antes 5,5%)
 
Repercusiones e impacto fiscal
Caputo celebró la medida en redes sociales y señaló que apunta a mejorar la competitividad del sector agroindustrial, responsable de cerca del 60% de las exportaciones del país. “La agroindustria es uno de los motores más potentes de nuestra economía”, afirmó.

Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que el nuevo esquema generará en 2026 un impacto fiscal de alrededor de US$ 511 millones, mientras que la recaudación por derechos de exportación alcanzaría US$ 4809 millones, lo que implicaría una caída de aproximadamente 10% frente al sistema anterior.

Entidades del campo valoraron la decisión como un paso significativo hacia la eliminación total de las retenciones.