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Las pericias digitales revelaron cómo Marcela Acuña y César Sena intentaban instalar una versión alternativa sobre lo ocurrido con Cecilia, en momentos en que el caso ya había generado gran cobertura mediática.
Ese mismo día, madre e hijo cambiaron sus teléfonos celulares y números de contacto, tras adquirir nuevos equipos en un local de Musimundo, lo que para los investigadores constituye una estrategia de encubrimiento.
Según los informes, este intercambio digital parece mostrar una puesta en escena emocional, destinada a generar una apariencia de preocupación ante la desaparición de Cecilia, mientras continuaban con su plan macabro.
A su vez, Emerenciano, implicado en la trama, seguía con sus actividades, evidenciando que el plan había sido coordinado, aunque finalmente no se concretaron todas sus intenciones.
Los investigadores advierten que la evidencia recolectada refuerza la hipótesis de un accionar deliberado y organizado, con intención de manipular la percepción pública y obstaculizar la investigación.
Tras finalizar las audiencias de cesura, los seis imputados declarados culpables por el femicidio de Cecilia Strzyzowski hicieron uso de sus últimas palabras antes de que la jueza técnica defina las penas correspondientes.
