Redactor
En el inicio de los alegatos de cierre de la etapa de cesura por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, la Fiscalía solicitó este jueves prisión perpetua para César Sena y sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña, al considerar que se trató de un crimen planificado dentro del núcleo familiar. “El homicidio no fue un hecho aislado, sino el producto de una planificación nacida en el foro interno de la familia”, sostuvo el fiscal Martín Bogado.
La tercera audiencia de cesura se desarrolla en la Cámara Segunda en lo Criminal y constituye el tramo final previo a la definición de las penas. Además de los Sena, también esperan condena los colaboradores Gustavo Obregón, Fabiana González y Gustavo Melgarejo.
Antes del inicio de los alegatos, la defensa de Obregón y González informó la ausencia de un testigo y desistió de su declaración. Asimismo, la abogada de González indicó que su cliente presentaba un cuadro de congestión y solicitó que pudiera retirarse en caso de descompensarse. La jueza técnica Dolly Fernández rechazó el pedido y ordenó que permanezca en la sala.
“La perpetua es la única pena posible”
Al abrir su exposición, el fiscal Bogado recordó que el jurado popular ya determinó las responsabilidades penales el pasado 15 de noviembre. En ese veredicto, César Sena fue declarado culpable como autor material del delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género, mientras que Emerenciano Sena y Marcela Acuña fueron hallados responsables como partícipes primarios.
“El caso encuadra en la pena más severa de la legislación argentina”, remarcó Bogado, al fundamentar el pedido de prisión perpetua. Aseguró que la ejecución del crimen fue el resultado de una planificación previa y no un hecho espontáneo.
La reconstrucción del plan criminal
Durante su alegato, el fiscal reconstruyó el recorrido previo al asesinato de Cecilia. Indicó que la joven fue llevada a la casa de los Sena bajo la promesa falsa de un viaje al sur del país. “César podía haberla matado en Gato Negro o en el hotel donde pasaron la noche. Eligieron el lugar más seguro, donde la familia podía ejercer su poder. Allí, en Santa María de Oro 1460, fue asesinada Cecilia, aprovechándose del poder emocional y económico”, sostuvo.
Luego, según Bogado, se desplegó una segunda etapa del plan: el intento de ocultamiento del crimen y la búsqueda de impunidad, con la participación de los colaboradores.
El fiscal también remarcó la pluralidad de intervinientes y el “daño irreparable” ocasionado a la familia de la víctima. En ese marco, anticipó que se opondrá a cualquier intento de reducir o morigerar las penas. “Cualquier intento de torcer la ley o buscar beneficios fuera del marco penal violaría el principio de legalidad e igualdad ante la ley”, advirtió.
Finalmente, aclaró que la ley de ejecución penal ya prevé mecanismos de progresividad, pero subrayó que “no se pueden inventar beneficios que no existen”.
Tras finalizar las audiencias de cesura, los seis imputados declarados culpables por el femicidio de Cecilia Strzyzowski hicieron uso de sus últimas palabras antes de que la jueza técnica defina las penas correspondientes.
