Un cura fue denunciado por invitar a monjas a hacer un trío y replicar la Santísima Trinidad

Sin vacilaciones, el jesuita Marko Iván Rupnik habría abusado hace muchos años de varias monjas, utilizando un control psicoespiritual sobre ellas para tener relaciones sexuales y ver películas porno.

INTERNACIONALES 22 de diciembre de 2022 redacción redacción
MONJA

Un cura cercano al papa Francisco fue acusado de incitar a dos monjas a "hacer un trío" y emular así la "Santísima Trinidad". Según el testimonio de la denunciante, el jesuita habría cometido "abuso espiritual" al hacer uso de sus facultades psicoespirituales para convencerlas de tener relaciones sexuales y ver películas porno.

 

 

En el momento de las acusaciones, Marko Ivan Rupnik, conocido en la Iglesia por sus dotes artísticas, era director espiritual de un convento en Eslovenia en la década del ochenta. La ex monja contó asimismo que intentó en vano denunciar al sacerdote, quien habría abusado de veinte mujeres.

 

 

Este caso, en tanto, pone bajo al lupa la orden de los jesuitas, una corriente católica de sacerdotes a la que también pertenece el papa Francisco. Salió a la luz luego de que Rupnik fuera excomulgado tras usar el confesionario para absolver a una mujer con la que había tenido relaciones.

 

La acusación
La denunciante es una exmonja de 58 años que causó revuelo en la Iglesia Católica luego de develar las presuntas prácticas sexuales que involucran al jesuita. Según sus explosivas declaraciones, el religioso habría "usado su relación con Dios" para incitarla a tener sexo.

 

 

"El padre Marko comenzó a meterse lenta y dulcemente en mi mundo psicológico y espiritual, explotando mis incertidumbres y fragilidad, y usando mi relación con Dios para empujarme a tener experiencias sexuales con él", dijo la mujer, en diálogo con un diario de investigación de Italia.

 

 

En ese sentido, la monja afirmó que finalmente concretaron el encuentro en el tiempo que compartieron en el convento esloveno entre 1987 y 1994, y luego el cura la acosó para que lo ocultara. Entre los detalles figura que Rupnik le habría pedido a ella y a una compañera de tener sexo con el, para "replicar la relación tripartita entre Dios, Jesús y el Espíritu Santo". 

 

 

Por otro lado, la mujer detalló años de abuso sexual y la manipulación espiritual presuntamente ejercida por parte de Rupnik. Además, dijo que lo denunció en varias oportunidades ante los jesuitas y otros superiores que protegían al popular cura artista. "Fue realmente un abuso de conciencia", dijo la monja, quien afirma haber presentado su primera queja en 1994 en Eslovenia.

 

 

Mientras tanto, otras hermanas sufrieron daños similares, dijo, describiendo el uso de la pornografía, la humillación y múltiples parejas "a imagen de la Trinidad" en el abuso espiritual y sexual de Rupnik. "Deberían haberlo detenido hace 30 años", le dijo la mujer al citado medio. A raíz de la escandalosa denuncia, la orden jesuita del papa Francisco habló públicamente para pedirles a las víctimas que presenten denuncias contra el sacerdote esloveno. 

 

 

El jesuita fue declarado excomulgado en mayo de 2020 y luego "perdonado" por la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano después de que se arrepintiera. La institución, en tanto, estaba compuesta por un fiscal jesuita de delitos sexuales y un ex alto funcionario que vivía en la comunidad jesuita del acusado. Apenas un año después, la misma institución decidió no procesarlo por otra acusación de abuso espiritual y sexual de una exmonja, declarando que el plazo de prescripción había expirado.

 

 

Después de que las primeras acusaciones de la denuncia de 2021 se filtraran, los jesuitas emitieron una declaración refiriéndose solo al caso de 2021. El superior jesuita, el reverendo Arturo Sosa, admitió a fines del año pasado que Rupnik había sido excomulgado y apartado de las funciones de escuchar confesiones, dar dirección espiritual o dirigir ejercicios espirituales.

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