¿Profecía cumplida? Nostradamus y su predicción sobre la muerte del papa Francisco y el supuesto fin del mundo

Desde que se conoció que el Sumo Pontífice estaba internado en el hospital Gemelli de Roma, no tardaron en surgir teorías y especulaciones acerca de su estado de salud y una posible muerte. Finalmente, este lunes 21 de abril se confirmó su deceso, según lo anunció el cardenal Kevin Joseph Farrel, y con ello, volvió a circular una antigua profecía atribuida a Nostradamus.

Nostradamus, famoso por sus cuartetas enigmáticas que muchos creen anticiparon grandes tragedias y acontecimientos globales, habría anticipado no solo el fallecimiento de un papa anciano, sino también lo que algunos interpretan como una advertencia sobre el fin del mundo previsto para 2025.

El Papa Francisco falleció a los 88 años tras complicaciones derivadas de una neumonía bilateral. Había estado 38 días internado y fue dado de alta el pasado 23 de marzo. Su última aparición pública fue en la misa de Pascua, donde lucía visiblemente debilitado frente a una multitud en la Plaza de San Pedro.

Ahora, tras su muerte, resurgieron los pasajes del libro "Profecías", publicado por Nostradamus en el siglo XVI. En esos textos, escritos en forma de versos poéticos, se menciona que tras un papa anciano vendría un "papa negro", una figura que muchos vinculan simbólicamente con el Superior General de los Jesuitas —conocidos por vestir de negro— o con un pontífice de origen africano.

Este punto encendió las alarmas entre los seguidores de estas profecías, sobre todo con la mención del cardenal Robert Sarah, originario de Guinea-Conakri, como posible sucesor. Algunos sostienen que su eventual nombramiento marcaría el inicio de una etapa apocalíptica.

Además, existe una leyenda urbana basada en un antiguo manuscrito vaticano que señala que tras el papado de Francisco solo quedaban dos palabras escritas: "Juicio Final". Incluso, algunos estudiosos aseguran que en la Basílica de San Pablo, donde figuran retratos de los pontífices, solo queda espacio para uno más. Esto alimenta la idea de que el próximo papa sería el último antes del fin de los tiempos.