Dos cardenales participantes del cónclave celebraron la rápida elección del Papa... porque no les gustaba la comida

El cónclave que eligió a León XIV tuvo una duración breve, y según comentaron dos cardenales, uno de los motivos fue la calidad del menú que se sirvió durante los días de deliberación.

En tono entre irónico y sincero, varios participantes admitieron que la sencillez de los platos influyó para que Robert Francis Prevost fuera elegido pontífice en tiempo récord.

El menú era básico: por la mañana se ofrecía café o té con pan y mermelada; al mediodía, dos platos más un postre a base de frutas; y por la noche, una cena ligera. Las preparaciones eran simples: pastas o arroces con salsas discretas, carnes magras, pescados al horno y vegetales grillados. Las únicas opciones para beber eran agua o vino.

El encargado del plan nutricional fue Giorgio Calabrese, especialista en alimentación y asesor del Ministerio de Salud italiano, quien explicó que se optó por comidas ligeras para no recargar a los cardenales, que llevaban un ritmo sedentario pero con alta demanda mental.

Sin embargo, no todos quedaron satisfechos. Algunos bromeaban diciendo que la limitada variedad culinaria fue un incentivo para acelerar el nombramiento del nuevo Papa.

El resultado fue que, en tan solo 24 horas y tras cuatro rondas de votación, se anunció el esperado “habemus papam”, marcando el inicio del pontificado de León XIV.

Según reportó CNN, el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, comentó entre risas: “Digamos que la comida fue un excelente, excelente incentivo para resolver todo”. Por su parte, el cardenal Joseph Tobin, de Newark, trató de restarle importancia al asunto, y señaló que una vez finalizado el cónclave, “nos ofrecieron un banquete espectacular”. “Esperaron a que termináramos la tarea”, agregó.

Ambos prelados estadounidenses —al igual que el nuevo pontífice— fueron los que más se quejaron del menú, aunque con humor y sin restarle seriedad al proceso.