El dramático gesto final del hombre que murió al ser succionado por una máquina de resonancia magnética

Antes de perder el conocimiento, Keith McAllister comprendió que iba a morir y alcanzó a despedirse con un gesto. Su trágica muerte sigue generando conmoción a medida que se conocen nuevos detalles del accidente ocurrido dentro de un centro de resonancia magnética.

El hecho tuvo lugar el pasado miércoles 16 de julio en el Nassau Open MRI, en Westbury, Nueva York. McAllister se encontraba acompañando a su esposa, quien se realizaba un estudio de rodilla. Al finalizar la resonancia, ella le pidió ayuda para salir del aparato, y él ingresó en la sala para asistirla.

Un descuido fatal
McAllister habría ingresado con autorización, pero sin advertir que llevaba colgada una gruesa cadena de entrenamiento metálica, de aproximadamente 9 kilos. La máquina seguía encendida, y el potente campo magnético atrajo violentamente la cadena, arrastrando al hombre hacia el equipo y provocando que quedara colgado y presionado contra el resonador.

Su esposa relató que, en medio del caos, él alcanzó a hacerle una seña con la mano, consciente del peligro inminente. “Me dijo adiós con la mano y luego su cuerpo se rindió por completo”, recordó, entre lágrimas.

Desesperada, comenzó a gritar pidiendo ayuda: “¡Apaguen la máquina! ¡Llamen al 911! ¡Hagan algo, por favor!”, relató. Sin embargo, cuando lograron desconectar el equipo y liberar al hombre, ya se encontraba inconsciente.

Fue trasladado de urgencia al hospital en estado crítico, pero falleció al día siguiente en terapia intensiva.

Una investigación en curso
La Policía del Condado de Nassau, a cargo de la investigación, informó que “la víctima llevaba una pesada cadena metálica en el cuello, que fue atraída por la máquina de resonancia en funcionamiento, provocando una emergencia médica”.

Este tipo de aparatos cuenta con imanes extremadamente poderosos, activos las 24 horas, y pueden generar campos hasta 60.000 veces más intensos que el de la Tierra. Por ello, está estrictamente prohibido ingresar con cualquier objeto metálico.

El ingreso de McAllister a la sala no estaba previsto, por lo que no fue advertido del riesgo. El caso reabre el debate sobre los protocolos de seguridad en centros de diagnóstico por imágenes.