La querella apuntó contra los Sena: “César obedeció órdenes y Cecilia quiso que la encontremos”

CASO CECILIA STRZYZOWSKI13 de noviembre de 2025RedactorRedactor
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Durante los alegatos de clausura en el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, la querella de la familia de la joven chaqueña presentó un alegato cargado de emotividad y firmeza. El abogado Gustavo Briend, representante de Gloria Romero, pidió al jurado un veredicto condenatorio para los siete imputados y aseguró que César Sena actuó bajo las órdenes de sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña.

“La verdad no se quema”
“Buenos días, señoras y señores. Empezamos este juicio con una frase: la verdad no se quema”, comenzó Briend ante el jurado popular. “Al principio costó entender de qué hablábamos, pero con el correr de las audiencias quedó claro: todo este proceso estuvo atravesado por el fuego”.

El querellante recordó que las semanas de debate estuvieron marcadas por pruebas y testimonios vinculados a restos óseos calcinados, fogatas y quemazones: “El fuego fue el método elegido para intentar desaparecer a Cecilia”, afirmó.

“Tuvo la mala suerte de enamorarse de la persona equivocada”
Briend describió a Cecilia como “una joven chaqueña de 28 años, de carne y hueso, con ganas de vivir, que tuvo la mala suerte de enamorarse de la persona equivocada”. Sostuvo que la relación con César Sena estuvo atravesada desde el inicio por la desigualdad emocional y episodios de violencia física y psicológica comprobados por pericias y testimonios.

“Solo una parte estaba enamorada; la otra estaba obsesionada”, aseguró. El abogado recordó que el casamiento de la pareja, que duró menos de 24 horas, casi no contó con la presencia de la familia Sena, lo que, según la querella, fue la primera señal del rechazo que siempre sintieron hacia Cecilia.

“Ella no quería ser piquetera, no quería usar la remera del Che, quería salir de ese mundo. Y eso la convirtió en un estorbo para los Sena. Ahí empezó el falso viaje a Ushuaia, ese viaje que nunca existió y que fue el principio del fin”, sostuvo.

“César no actuó solo”
Para Briend, la autoría de César está probada, pero dejó en claro que no actuó en soledad. “César no actuó solo: actuó bajo el mandato de sus padres”, afirmó. A su criterio, Marcela Acuña y Emerenciano Sena planificaron el crimen, participaron del encubrimiento y dieron las órdenes para ejecutar un plan que comenzó con la promesa del viaje.

“La intervención de Marcela está acreditada por mensajes en los que ofrecía el viaje, mientras que Emerenciano controlaba todo lo que hacía su familia. Nada se movía sin su venia”, sostuvo.

“Cecilia dejó su marca para que la encontremos”
El abogado repasó los lugares donde se hallaron rastros de la joven: en la vivienda de Santa María de Oro, en el patio de la casa, en el Campo Rossi —donde fue calcinada— y en el río Tragadero, donde aparecieron restos y pertenencias.

“Cecilia dejó su marca para que la encontremos”, expresó, citando al perito Moro, quien confirmó que la sangre hallada era humana y que el ADN coincidía con el de la víctima. También recordó el testimonio de la perita forense, que explicó los grados necesarios para calcinar un cuerpo y el tiempo que demandó el proceso: “Se necesitó un mínimo de tres horas. Eso refleja el nivel de impunidad con el que actuaron”, señaló.

“Su verdad no se quema más”
En el tramo final de su exposición, Briend pidió al jurado popular que declare culpables a los siete acusados: César Sena por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género; Emerenciano Sena y Marcela Acuña como partícipes primarios; y Fabiana González, Gustavo Obregón, Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso por encubrimiento agravado.

“Desde la familia esperamos justicia. Cecilia no puede desaparecer. No fue borrada del mapa. Hoy lo que pedimos es que su verdad no se queme más”, concluyó el abogado querellante.

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